Fuente: http://one.elpais.com
Texto: José L. Álvarez Cedena
No son pocos los que tienen como banda sonora para ilustrar la entrada del nuevo siglo un tema musical, Give me the Seventies, con el que gastaron zapatilla en pistas de baile de toda España. El responsable de aquella canción era un tipo de El Ferrol, aunque mostraba las maneras de un músico que hubiera pasado su infancia a las puertas de Motown Records antes de mudarse a Londres para beber de la mejor tradición dance. Prácticamente todo el mundo descubrió a Carlos Jean a través de aquel himno, aunque con anterioridad ya había grabado un primer trabajo con Najwa Nimri y puesto la banda sonora a dos películas de Daniel Calparsoro (Asfalto y Guerreros). Desde entonces, casi todos los grandes nombres de la música española, desde Alejandro Sanz a Bebe, Fangoria o Estopa, han contado en alguna ocasión con Carlos Jean como productor o mezclador de sus trabajos. Dos décadas poniendo su sello en lo que oímos, nos hace bailar o nos permite identificar una melodía con una marca, porque -este es el toque maestro de Carlos Jean- el gallego ha sabido evolucionar sus sonidos y su forma de trabajo para dotar de unidad a su propuesta, ampliando el concepto de lo que debe hacer o no un músico.
En esa visión amplia de la música y su influencia en nuestras vidas, necesariamente tiene que entrar en juego la tecnología. Carlos Jean fue uno de los primeros artistas en nuestro país que supo ver en Internet un aliado en lugar de enfrentarlo como un enemigo apocalíptico. Los usuarios no son únicamente una banda de piratas (que los hay) cuyo único objetivo en la vida es acabar con la industria de la música, sino millones de personas que a través de un ordenador o un teléfono móvil pueden conectarse entre ellos para colaborar y crear juntos. Varios de los proyectos de Jean beben de ese espíritu colaborativo que es tan frecuente en otros campos en Internet (desde el software libre al pujante movimiento “do it youself”) aplicados a la música: talento colectivo, desinhibido y libre apoyado en lo digital.
La faceta más conocida de Carlos Jean es la de músico, DJ, productor o showman televisivo. Pero la música es un arma poderosa, es “un lenguaje de conexión emocional con las personas y un vehículo para contar historias”, como asegura la página web de MUWOM, la empresa de marketing, creatividad y comunicación que creó junto a Roberto Carreras. Jean y Carreras han realizado proyectos con MUWOM para marcas tan prestigiosas como Audi, Coca-Cola, Ikea o Meliá. Proyectos guiados por la idea de innovar y experimentar con la música como hilo conductor, utilizándola para seducir y aplicando modernas técnicas de neuromarketing. “Lo bonito es utilizar la tecnología más avanzada para poder crear, afirma Jean. Crear a raíz de la tecnología es un error. Yo creo que tenemos que crear como humanos y luego utilizar las herramientas para llevarlo a cabo”.
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